El jamón ibérico de Bellota es sin duda el mejor jamón que podemos encontar en el mundo.
Partimos de una raza de cerdo que es el cerdo ibérico y de un ecosistema único en el mundo donde encontramos grandes extensiones de bosque de roble y alcornoque.
El cerdo ibérico pasa los últimos meses de su vida en total libertad en los bosques del suroeste de España. Esto le llama "la montanera" y dura de octubre a marzo donde cada cerdo va a engordar unos 60 kgs comiendo bellotas, raices y hierbas.
Cada animal come entre 8 y 10 kgs de bellota al día.
Este hecho hace que la grasa del cerdo ibérico coja sabores excepcionales y que se produzca una grasa con características similares a la del aceite de Oliva. Es decir una grasa con alto contenido de acido oléico.
Después de este periodo de engorde de los cerdos se pasa a la curación de los jamones.
Los jamones son curados en secaderos naturales donde se regula la temperatura y humedad abriendo y cerrando las ventanas de las bodegas.
La curacíón es de 36-48 meses para los jamones ibéricos de bellota y entre 20-24 meses para las paletas ibéricas de bellota.
Cuando probamos un buen jamón ibérico de bellota bien cortado descubriremos unos sabores que solo encontraremos en estas piezas.
Los jamones ibéricos de bellota tienen un precinto rojo o negro en función de la pureza de raza del cerdo.